Por: Alejandra Espinosa Palacios Macedo
El sociólogo y economista español Manuel Castells Oliván acuñó el término era de la información en su trilogía homónima, publicada en la década de los 90. En ella profundizó en la relación existente entre la evolución económica y las transformaciones políticas, sociales y culturales, para crear una teoría global de la información. El asesor de Tony Blair, Anthony Giddens, valoró su trabajo al nivel de las teorías sociológicas de Karl Marx o Max Weber.
La “era de la información”, también llamada era digital o era informática, designa al periodo en el que el movimiento de información se volvió más rápido que el movimiento físico, gracias a la creación y desarrollo de las tecnologías digitales de la información y la comunicación (TICs).
Su origen se asocia con la revolución digital, a pesar de que tiene antecedentes en aparatos como el teléfono, la radio y la televisión.
La evolución de los medios de comunicación digitales, según Castells y otros especialistas, ha modificado el funcionamiento de la sociedad a partir de los años 70 hasta crear una estructura social formada de redes de información; se trata de una transformación multidimensional que involucra todos los ámbitos de la actividad humana, creando, modificando o anulando las reglas sociales ya existentes.
Uno de los cambios más evidentes provocados por el surgimiento de la “era de la información” es la migración de los medios de generación de capital del sector industrial al sector de los servicios; es decir, los empleos relacionados con la producción de bienes materiales han disminuido paulatinamente mientras que los puestos involucrados en la generación, almacenamiento y procesamiento de información han aumentado. Esto recibe el nombre de economía del conocimiento o economía basada en el conocimiento (EBC).
La EBC genera riquezas mediante la transformación del conocimiento en información que cumpla con ciertas características: relevancia, significado, vigencia, validez y valor. La inversión en este capital intangible se ha volcado en actividades relacionadas con la investigación, la educación, el Internet, la alta tecnología, la informática, las telecomunicaciones, la robótica, la nanotecnología y la industria aeroespacial.
Profundamente ligada a los medios de producción, la población pasó de la sociedad industrial a la informacional, la cual surgió y se desenvuelve dentro de la era digital y la economía del conocimiento. Este nuevo modelo social también es conocido como sociedad post-industrial (concepto acuñado por Daniel Bell), posfordismo, sociedad postmoderna o sociedad del conocimiento.
El economista Fritz Machlup fue el primer autor en analizar dicha evolución social a través de su libro La producción y distribución del conocimiento en los Estados Unidos (1962). Así mismo, Machlup detectó una serie de características que diferencian a la sociedad informacional de sus predecesoras:
Irradiación: Desaparecen las barreras geográficas y de lenguaje, por lo que un mensaje puede llegar a distintas partes del Globo.
Velocidad: La comunicación y la visualización de imágenes o videos es casi instantánea.
Interactividad: Los usuarios pueden consumir y crear sus propios contenidos y mensajes.
Multilateralidad: La sociedad cuenta con incontables fuentes de información, cada una con un enfoque diferente, aunque son pocas las consideradas verídicas o fiables.
Pasividad: El intercambio de contenidos comerciales prevalece sobre el intercambio de conocimientos y contenidos creativos, por lo que la sociedad carece de suficientes estímulos que inviten a la reflexión.
Heterogeneidad: Ya que cada usuario de las TICs puede crear sus propios contenidos, la sociedad dispone de información sobre rubros diversos, desde arte, ciencia y alta literatura hasta prejuicios, violencia y crímenes.
Desorientación: Los usuarios quedan expuestos a demasiada información para procesar, por ello pueden caer en contradicciones, sentirse agobiados o frustrados.
Omnipresencia: Las TICs actualmente son parte de la vida diaria, privada y pública de la sociedad informacional.
Estructura de red: la sociedad está formada por miles de nodos igual de importantes en constante actividad, lo que permite que se renueve a sí misma permanentemente.
En un mundo cada vez más conectado y dependiente de las herramientas digitales como es la era de la información, resulta crucial detectar y potenciar los beneficios del Internet, pues permite acceder a fuentes muy variadas y ricas en información digital. Sin embargo, la sociedad informacional se enfrenta a dos grandes obstáculos: el acceso desigual a la red y la multiplicidad de ideas y mensajes –muchas veces contradictorios—.
Gracias a los fondos gubernamentales, individuos de diferentes nacionalidades cuentan con un servicio a bajo costo o gratuito, pero ni siquiera los países primermundistas aseguran un acceso a la banda ancha regular en todo su territorio. Por otro lado, la basta cantidad de conocimientos disponible en la web hace cada vez más patente la necesidad de que los usuarios sepan seleccionar críticamente la información disponible, objetivo que se pretende alcanzar mediante la educación digital temprana, cuya integración en el programa educativo regular aún está en desarrollo en la mayoría de los países.
No cabe duda que la humanidad se encuentra en el umbral de la era de la información, sin embargo, aún hay que dar un gran paso para formar parte de ella.