Cuando hablamos de educación hay dos conceptos clave que se utilizan indistintamente, aunque no implican el mismo proceso: la enseñanza y el aprendizaje. La enseñanza se refiere a los contenidos que son comunicados por el profesor al estudiante, mientras que el aprendizaje es la “interiorización” o asimilación de la información por parte del alumno.

En décadas pasadas, la educación tradicional giró en torno de la enseñanza, presuponiendo que cada clase dejaría un saber en el alumno sólo por el mero hecho de mostrar los contenidos. Este tipo de enseñanza se llevó a cabo mediante dos enfoques: el enciclopédico, donde el profesor era un experto en la materia y se enfocaba en transmitir sus conocimientos, y el comprensivo, donde el docente explicaba su forma lógica de comprender la estructura de la información.

Fue en esta época cuando la educación academicista estuvo en auge, daba prioridad a la memorización de contenidos, la disciplina, la transmisión puramente verbal y al razonamiento matemático. Los profesores eran la principal fuente de información y como tal, los conocimientos del estudiante se derivaban del saber y experiencia del docente. Los alumnos generalmente eran un ente pasivo en su educación y carecían de un espacio para elaborar sus propias reflexiones.

El modelo educativo tradicional dio paso a la llamada pedagogía conductista, que toma sus bases de los estudios de los psicólogos B.F. Skinner e Iván Pavlov. En ella, el alumno es visto como una “tabula rasa” que hay que llenar con conocimiento, los profesores proporcionan los medios para llegar a una respuesta esperada, la cual es reforzada mediante un estímulo (calificaciones, sellos y/o comentarios aprobatorios) y las respuestas erróneas o comportamientos no deseados son suprimidos.

Desde hace algunos años, el modelo constructivista de educación comenzó a ganar adeptos. Los cambios principales con respecto a los modelos anteriores son la aceptación del error como muestra del proceso de aprendizaje, el profesor deja de ser el agente formador para convertirse en un guía y la organización de métodos de apoyo que favorecen que los alumnos construyan su propio saber. La educación constructivista está fundamentada en las teorías de Lev Vigotsky, Jean Piaget y David P. Ausubel.

Este modelo pedagógico se ha desarrollado casi a la par de las innovaciones en las tecnologías de la información y comunicación (TICs), de este crecimiento simultáneo surgieron las EduTICS, herramientas que permiten la creación de dinámicas educativas superiores a las convencionales, en cuanto al nivel de asimilación obtenido por los estudiantes.

Instrumentos como los proyectores digitales, pizarrones interactivos, netbooks, software especializado y el acceso a Internet han dado un giro a la educación actual, ya que constituyen una nueva forma en la que el alumno se acerca al conocimiento, pues no sólo se transmite la información de profesor-medio-alumno, sino que el niño o joven tiene la oportunidad de generar sus propias deducciones y realizar una retroalimentación no sólo con sus compañeros de escuela, sino también con personas alrededor del mundo.

Resulta apropiado mencionar que la disolución de los límites geográficos y la enorme cantidad de información disponible para los educandos a través de las plataformas tecnológicas, vuelve extremadamente necesaria la capacitación del docente para formar el criterio en sus alumnos, de esta manera ellos podrán discernir qué información es provechosa, confiable y cuál no.

Las instituciones académicas están incorporando las Edu-TICS en el nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) debido a su flexibilidad para crear contenidos dinámicos que resultan atractivos para alumnos de 3 a 13 años. El software especializado en estos niveles educativos está enfocado en el aprendizaje y facilita la relación de conceptos mediante animaciones y juegos. Las Edu-TICS aplicadas a niveles medio superior y superior son utilizadas principalmente para compartir los contenidos de las materias y facilitar el intercambio de opiniones.

Resulta apropiado mencionar que la disolución de los límites geográficos, el multiculturalismo y la enorme cantidad de información disponible para los educandos a través de las plataformas tecnológicas vuelven extremadamente necesario que docente esté capacitado para formar el criterio de sus alumnos, de esta manera ellos podrán discernir qué información es provechosa, confiable y cuál no, de esta forma se podrá tener un verdadero provecho de las Edu-TICS y los educandos tendrán más herramientas para construir su propio aprendizaje.