Con la llegada de la tecnología, parecía que los profesores estaban luchando una batalla contra su uso.
Sin embargo, poco a poco se ha descubierto su potencial. Con los dispositivos electrónicos, los niños y jóvenes tienen en sus manos acceso ilimitado a fuentes de información y entretenimiento que ya no se pelean con la educación. Lo que en un principio se pensaba que era una distracción, ahora se ha convertido en una valiosa herramienta para construir el futuro.
La Reforma Educativa señala la necesidad de un modelo educativo centrado en el aprendizaje y sustentado en la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Nuestros niños y jóvenes demandan una educación integral, incluyente y de calidad que les proporcione herramientas para superar exitosamente los desafíos que plantea un mundo globalizado y cada vez más digital.
De entre las nuevas herramientas que conforman las TIC, el Aula Interactiva es quizá una de las que responde de manera más completa a las necesidades educativas actuales. Conformada comúnmente por un pizarrón o proyector interactivo, una PC, equipo de sonido, internet inalámbrico, contenidos educativos y un dispositivo móvil para cada alumno; este tipo de aula trae consigo múltiples beneficios para los estudiantes y profesores, entre ellos:
– La mejora de la gestión del tiempo: gracias al software con que cuentan las aulas interactivas, adecuary organizar actividades es una tarea sencilla que no requiere invertir mucho tiempo. El profesor puede desarrollar contenidos y actividades mucho más rápido.
– Aprendizaje al alcance de la mano: El alumno tiene acceso a Internet y aplicaciones interactivas para investigar de forma inmediata cualquier duda y desarrollar las habilidades necesarias del siglo XXI, tales como comunicación, colaboración, creatividad, resolución de problemas, pensamiento crítico y conocimiento digital.
– Resulta atractivo para el alumno: Se pueden crear un sin número de actividades lúdicas para que los estudiantes aprendan mientras se divierten. A través de recursos como animaciones o videos, los alumnos comprenden rápidamente los nexos entre un concepto y otro.
– Evaluación inmediata del aprendizaje: Propone un sistema de evaluación en el que los estudiantes reciben pronta respuesta a sus dudas, lo que estimula la motivación, el aprendizaje auto dirigido y una adaptación activa a la solución de problemas.
– Fomenta el trabajo colaborativo: Los alumnos pueden trabajar en equipo e incluso con compañeros en lugares remotos al utilizar los recursos tecnológicos como mediadores de este proceso y aprender basándose en la interacción y la toma de decisiones.
– Desarrollo de la metacognición: los estudiantes, más que memorizar contenidos, adquieren métodos y disciplina para buscar información por su cuenta, es decir, “aprenden a aprender”.
– Activa las inteligencias múltiples: el equipamiento del aula interactiva permite tener una amplia gama de recursos didácticos personalizables para diseñar actividades que evalúen y desarrollen las diferentes inteligencias (lógica, lingüística, musical, corporal, naturalista, espacial, interpersonal e intrapersonal).
Con esto, podemos decir que los alumnos que se forman en un aula interactiva son receptivos y desarrollan gusto por el aprendizaje. Por ello pueden sacar el verdadero potencial de los dispositivos
móviles aun cuando se encuentran en sus hogares, pues la tecnología es mucho más que una fuente de entretenimiento, es una herramienta creada por y para el conocimiento.